miércoles, 28 de septiembre de 2016

El IBI, el superávit y la mala memoria

La principal fuente de ingresos de los Ayuntamientos es el famoso IBI, un modelo impositivo que liga el estado financiero de los consistorios de toda España a la evolución del ladrillo. A más construcción más recaudación en un círculo vicioso que ha alimentado no pocos episodios vergonzantes en más de una corporación municipal. Hacer que la financiación municipal dependa en gran medida del comportamiento del mercado inmobiliario es, en sí mismo, un sistema perverso que es fruto de uno de los grandes problemas no resueltos desde los albores de nuestra democracia; la financiación municipal.


En breve, el pleno municipal tiene que abordar cómo van a ser los impuestos municipales para el próximo ejercicio, una de cuyas estrellas será saber cuánto va a suponernos el recibo del IBI el año que viene. Ya el año pasado Vecinos por Torrelodones señaló a bombo y platillo que habían bajado los impuestos municipales, un levísimo descenso que vino propiciado por la revisión a la baja de los valores catastrales que, fruto de la burbuja inmobiliaria, estaban totalmente hinchados.


En 2012, en pleno estallido de la crisis, los socialistas apoyamos una moción presentada por Actúa en la que se instaba al Ayuntamiento a dar la batalla para lograr que Hacienda revisase los inflados valores catastrales de nuestras viviendas. En aquella ocasión, tal como reflejan las actas del pleno del 11 de septiembre de 2012, el propio concejal de Hacienda dejó bien las claras cuáles eran las intenciones de Vecinos por Torrelodones con respecto a este asunto: “Se ha comentado aquí también que en algunos casos los valores catastrales de Torrelodones se encuentran por encima  de los valores de mercado. Creo sinceramente que no es así, en los estudios y en los datos técnicos que nos dan en el Ministerio de Hacienda al respecto nos dicen que el valor catastral de Torrelodones se encuentra en un 49,5 de la referencia de mercado. Es decir, a la mitad del valor del mercado”.

Si quedaba alguna duda sobre la postura de Vecinos por Torrelodones, el propio Luis Collado dejaba bien claro que no sólo no teníamos motivos para la queja, todavía podíamos estar peor: “estando en un 49.5 el Catastro no inicia  de oficio una valoración catastral hasta que los valores de mercado, hasta que los valores catastrales se encuentren por encima del 65% de la referencia de mercado. Es decir, que tenemos quince puntos y por tanto, aunque efectivamente los que pagamos aquí el IBI sabemos que es una carga muy importante, seguramente en otros municipios en términos relativos, están muchísimo peor que nosotros. Comentan que los valores catastrales también resultan desproporcionados, seguramente  todo lo percibimos así porque entendemos que el esfuerzo del pago del recibo del IBI es fundamental, pero  lo que les digo, no menos que en otros municipios”.

Las intenciones de Vecinos por Torrelodones en los cinco años que lleva gobernando han quedado bien claras, al menos desde el momento en que se alienaron con el PP y se abstuvieron en la votación de una moción, que salió adelante con los votos del PSOE y Actúa, en la que se instaba a Hacienda que revisase los valores catastrales de nuestras viviendas,  que al final fue efectuada en 2015, de oficio por el Catastro y no porque Vecinos por Torrelodones luchase por ello, y que se saldó con un descenso medio del 18%. Quizás tuvo algo que ver su tan famoso superávit, esa maniobra contable que tan buenos réditos de imagen les ha producido y que sólo refleja que VxT presupuesta a la baja para acabar cada año con muchos miles de euros que, supuestamente, “sobran”. Por cierto, una bajada de los valores catastrales que el PP quiere que se traslade directamente al recibo del IBI, cuando hace cuatro años tampoco apoyaron que se hiciese la revisión que se llevó a cabo el año pasado.


Muchos especularán con que subir o bajar impuestos es de izquierdas o de derechas. Los Socialistas de Torrelodones no creemos en una bajada de impuestos lineal, sino que creemos en una redistribución equitativa y por lo tanto justa de las cargas fiscales porque más que nunca necesitamos servicios públicos de calidad correctamente financiado. 

Los Socialistas de Torrelodones creemos que hay que redistribuir las cargas fiscales para hacerlas más equitativas y también más solidarias. En esa línea va a ir nuestra propuesta fiscal para el año que viene,  encaminada a redistribuir cargas y buscar un modelo equilibrado que no baja, ni sube impuestos de forma lineal, sino que los redistribuye tratando de ser lo más justo y solidario posible.