En
el pleno del 22 de enero Vecinos por Torrelodones y el el Partido
Popular, optaron por ponerse de perfil en la votación de una moción
sobre violencia de género y en apoyo al colectivo LGTBI. Nuestro
candidato a la alcaldía, Rodrigo Bernal, reflexiona sobre la
importancia de los gestos cuando se ponen en cuestión los derechos
de las personas.
El PSOE se ha
caracterizado por su decidido apoyo a los avances sociales que
nuestro país ha experimentado en las últimas décadas. Los
socialistas hemos sido la locomotora que ha impulsado reformas
legales de gran calado, como el matrimonio igualitario y todas
aquellas que tienen que ver con la igualdad entre hombres y mujeres.
Una de las grandes conquistas en este terreno fue la Ley de Violencia
de Género, aprobada por unanimidad en el Congreso de los Diputados
en 2004.
En los últimos
meses han surgido colectivos amparados bajo siglas políticas que
ponen en cuestión el término mismo de violencia de género. Son
negacionistas de nuevo cuño, como aquellos que rechazan la
existencia del cambio climático o ponen en cuestión hechos
absolutamente probados desde el punto de vista histórico. No voy a
ser yo quien se atreva a definir qué es violencia de género y que
es violencia doméstica, pero vamos a echar mano de expertos
internacionales que definen como violencia de género a aquella que
se produce contra la mujer por el hecho de serlo y la ejerce su
pareja o ex pareja varón. Esa una manifestación violenta que está
reconocida por diversos instrumentos internacionales; uno de los más
relevantes, y del que es firmante España, es el conocido como
Convenio de Estambul.
Este
tratado reconoce la violencia contra las mujeres como una violación
de los derechos
humanos y
la aborda a través de medidas dirigidas a la prevención, la
protección a las víctimas y el enjuiciamiento de los autores El
Convenio contempla como delito todas las formas de violencia
contra la mujer:
la violencia física, psicológica y sexual, incluida la violación;
la mutilación
genital femenina,
el matrimonio
forzado,
el acoso,
el aborto forzado y la esterilización
forzada.
Esto implica que los Estados deben introducir en sus sistemas
jurídicos estos delitos.
Sin
embargo, la violencia doméstica es la que se produce en el hogar y
la puede ejercer y sufrir cualquiera
de los miembros del núcleo familiar. Es más, incluso esta forma de
violencia afecta más a las mujeres, que son mayoría entre las
víctimas. Los datos señalan que en 2017 había 7.392 víctimas de
las que, según el Instituto Nacional de Estadística, 4.619 eran
mujeres (un 62,5%) frente a 2.773 hombres. Por tanto,mezclar
violencia de género con violencia doméstica supone negar que la
causa de la violencia de género es el machismo y que, de esa
desigualdad estructural e histórica entre sexos, se deriva una
violencia, que en los casos más extremos se ha llevado por delante
la vida de 978 mujeres desde 2003. Puesto que la causa de la
violencia de género es distinta a la de la violencia doméstica,
necesita de leyes y recursos específicos para combatirla.
NO
POSICIONARSE ES TOMAR PARTIDO
En
este clima de negacionismo de la violencia de género, de
negacionismo de la presión discriminatoria que, a pesar de lo mucho
que hemos avanzado, siguen sufriendo colectivos vulnerables como las
personas LGTBI, los gestos y las palabras nunca son vacuos. Es en ese
contexto en el que se enmarca la moción que nuestro Grupo Municipal
llevó al pleno y en la que, con excusas absolutamente
incomprensibles, tanto Vecinos por Torrelodones como el Partido
Popular prefirieron ponerse de perfil y abstenerse. Quizás
el PP de Torrelodones piense, como dijo su candidata a la Comunidad
de Madrid, que "en España rige una escandalosa dictadura del
feminismo radical, provocada por la Ley de Violencia de Género",
que habrá que recordar nuevamente que fue aprobada por el PP en 2004
ya que salió adelante por unanimidad con todos los votos a favor en
el Congreso de Diputados, convirtiéndose en la primera ley integral
contra la violencia de género en Europa.
Más llamativa
resulta la abstención de Vecinos, que es cierto que ha implantado
políticas de integración social y de denuncia de la violencia de
género como señalaron en el pleno, pero que no parece comprender
que los gestos y las palabras son tan importantes o más que las
actuaciones de gobierno. Incluso se han permitido calificar nuestra
iniciativa, que únicamente buscaba un gesto de apoyo al ordenamiento
jurídico que ya tenemos frente a los que han usado la violencia contra las mujeres como moneda de cambio en negociaciones políticas, como una iniciativa vacua y
electoralista.
Desde el PSOE nos
sentimos decepcionados y profundamente tristes porque asuntos tan
importantes no estuvieran superados y absolutamente incorporados a la
realidad política y social de nuestro país y de nuestro pueblo. Al
hilo de la pretendida vacuidad de una iniciativa como la que llevamos
al pleno, me viene a la memoria un poema escrito por el pastor
luterano Martin Niemöller en 1946.:
Primero vinieron
por los comunistas, y yo no dije nada,
porque yo no era comunista.
porque yo no era comunista.
Luego vinieron
por los sindicalistas, y yo no dije nada,
porque yo no era sindicalista.
porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron
por los judíos, y yo no dije nada,
porque yo no era judío.
porque yo no era judío.
Luego vinieron
por mí, y no quedó nadie para hablar por mí.
Hay asuntos en los
que ponerse de perfil es tomar partido, en los que decir que mejor lo
debatan sus mayores es tomar partido, en los que decir que el
Ayuntamiento no es el foro para discutirlos es tomar partido, en los
que mirar para otro lado es tomar partido.
Rodrigo
Bernal
Candidato
del PSOE a la Alcaldía de Torrelodones