lunes, 28 de enero de 2019

Precariedad laboral en las licitaciones de nuestro Ayuntamiento

Tal como indican las bases de ejecución de los presupuestos municipales, en las que se prima el precio frente a las mejoras, el prácticamente único criterio que guía la gestión de Vecinos por Torrelodones es el precio de los contratos. En la explicación de los presupuestos municipales de otros ejercicios, hay que recordar que este año el Ayuntamiento está funcionando con las cuentas de 2018 prorrogadas, el Concejal de Hacienda, Luis Collado, se ha jactado en repetidas ocasiones de los importantes remanentes con las bajas que saben de antemano que se van a producir en las licitaciones municipales.


Sin embargo, estos pretendidos ahorros no salen ni mucho menos gratis y tienen sus efectos, tanto en los propios concursos públicos que se convocan como en la ejecución de los mismos. A lo largo de la legislatura se han declarado desiertos varios concursos porque ninguna empresa se ha mostrado interesada en presentar ofertas, como ha sucedido con el nuevo Centro de Protección Animal que ha tenido que ser vuelto a licitar al estimarse que los costes previstos eran un 40% inferiores a los reales.

Además de la falta de licitadores a determinados procesos de contratación, se suma las reiteradas penalidades impuestas a adjudicatarios de concursos que no cumplen con sus obligaciones e, incluso, empresas que a mitad de contrato renuncian al mismo. En estos años se han impuesto multitud de penalidades a contratistas, como los de las obras del Parque Arroyo Valero o de los Huertos Urbanos, mientras que todos recordamos el calvario de retrasos que supuso la obra de la pista de patinaje de la calle Nueva o de la acera de Las Marías.

Más grave aún es que dos licitaciones importantes han sido tumbadas por los tribunales administrativos. A finales de 2016 el Tribunal Administrativo de Contratación de la Comunidad de Madrid dio la razón a la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza que presentó un recurso al concurso para la limpieza de los edificios municipales en base a que, según sus cálculos, el importe máximo por hora era inferior al salario mínimos recogido en convenio.
 
En este caso se había licitado un contrato que ni siquiera permitía cumplir los mínimos del convenio de limpieza, que ya es de por sí bastante precario, como los perniciosos efectos que tiene el uso del precio como único baremo para la adjudicación de contratos públicos, con la consiguiente precarización del empleo y la rebaja de las condiciones laborales de los trabajadores que prestan los distintos servicios municipales que salen a licitación pública.


Una situación que se ha vuelto a dar en el caso del contrato de la recogida de basuras y la limpieza viaria, también anulado por el Tribunal Administrativo de Contratación de la Comunidad de Madrid. Uno de los argumentos que más nos preocupa es que el Tribunal indica que no se ha calculado bien el coste del servicio, especialmente en materia salarial, con las implicaciones que esta situación pueden suponer para los trabajadores de las empresas que, finalmente, se hagan cargo del servicio.



CRITERIOS SOCIALES Y RESPONSABILIDAD

En opinión de los socialistas, una buena herramienta para evitar todos estos problemas sería la implantación de una instrucción de criterios sociales en la contratación. En esta legislatura se dio luz verde a una moción impulsada por el PSOE, que fue apoyada por la mayoría del pleno municipal, para que el Ayuntamiento de Torrelodones pudiera contar un protocolo de cláusulas Sociales y medioambientales en los procedimientos de adjudicación y en la ejecución de los contratos. 

Hasta ahora, tal y como obliga la Ley, el criterio casi único por el que se adjudican los contratos es casi exclusivamente el precio, una circunstancia que provoca que las empresas presenten ofertas a la baja para tratar de lograr las adjudicaciones y que tiene las consecuencias que todos hemos padecido, como obras que se eternizan por falta de personal, concursos que tienen que replantearse porque su presupuesto no cubre ni los salarios fijados en el convenio del sector y adjudicaciones que se tienen que rescindir porque las empresas no cumplen lo que tienen firmado”.

Por esas razones, los socialistas creemos que es importante que los criterios de adjudicación de los contratos municipales tengan en cuenta más elementos que los puramente económicos. Se trata de no ceñirse exclusivamente a la aceptación de las ofertas económicas más ventajosas para, de esa manera, tener también en consideración aspectos relacionados con la justicia social y la mejora medioambiental, cuya aplicación conlleva importantes beneficios tanto para la ciudadanía como para el propio Ayuntamiento y las empresas que operan en nuestro municipio”.

El estilo de contratación de Vecinos por Torrelodones tiene otras consecuencias que tampoco se ven en el balance contable del Ayuntamiento, y son las condiciones de trabajo de los servicios que externalizamos. Está claro que Vecinos no tiene criterios sociales en la contratación, solo les vale lo que quede bonito en su pretendido superávit y en su cacareada deuda cero.



Rodrigo Bernal, candidato del PSOE a la Alcaldía de Torrelodones

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